lunes, septiembre 04, 2006

Paracaidista.

Hay un librito de Jorge Dahm bastante olvidado, tal vez por la simultánea y avasalladora presencia de Lukas, o tal vez por ciertos comentarios demasiado empapados en el trajín del momento (la primera edición es de Diciembre de 1973, y se nota más de dos veces, aunque no lo diga). Sin embargo, es buenísimo, incluso aquellos pasajes que hoy algunos caudillos de la libertad censurarían, no por incorrectos, sino al contrario.



"Se dejó caer de Paracaidista."

Esto sucede generalmente en fiestas, cocktails, manifestaciones, banquetes, recepciones, comidas y hasta velorios, donde se presume hay abundante comida y trago como para bañar caballos. El paracaídas no es necesario. Como en todos estos dichos, se usa el paracaídas simplemente como elemento expresivo para demostrar que el "fresco" llegó de sorpresa, sin ser convidado, dejándose caer sorpresivamente (como un ataque de paracaidismo) desde donde menos se pensaba, con el objeto de comer y tomar "a la bolsa", sin tregua y sin medida. Generalmente, una vez ubicado, se va último.

p.d.: El libro en cuestión se llama "Refranes y Dichos de Chile y los Chilenos", y estas son las páginas 24 y 25.

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