jueves, septiembre 07, 2006

Himno Nacional de Chile.

Yo no se de donde sacamos cosas como estas. Somos un país extraño.
Chile ha tenido dos himnos, sin contar el mito popular de que lo que se cantaba como himno antiguamente era la Canción de Yungay que hoy le tocan a la Ministra de Defensa.
Y no me refiero a eso de "vuestros hombres valientes soldados".....
La primera canción es de 1819 y la compuso Bernardo de Vera i Pintado, argentino. Manuel Robles, chileno, le puso música en 1820. Luego, en 1828, cambiaron la música por la actual del español Ramón Carnicer. (Y no digo más que para eso tienen wikipedia).

El asunto que este primer Himno es un obra realmente epopéyica, tremenda, barbárica, espantosa, terrible, y tragicómica.
Ojo, el coro es el mismo.

Apreciad pues las singularidades de algunas estrofas (no haré yo mayores análisis, que no me gusta masticarle la comida a los demás, y que si carecen de dientes propios, no es mi problema):

Y dice:

Ciudadanos, el amor sagrado
de la Patria os convoca a la lid:
libertad es el eco de alarma;
la divisa: triunfar o morir.
El cadalso o la antigua cadena
os presenta el soberbio español:
arrancad el puñal al tirano,
quebrantad ese cuello feroz.

En sus ojos hermosos la Patria
nuevas luces empieza a sentir,
i observando sus altos derechos
se ha incendiado en ardor varonil.
De virtud i justicia rodeada,
a los pueblos del Orbe anunció
que con sangre de Arauco ha firmado
la gran carta de emancipación.

Los tiranos en rabia encendidos
i tocando de cerca su fin,
desplegaron la furia impotente,
que aunque en vano se halaga en destruir.
Ciudadanos, mirad en el campo
el cadáver del vil invasor...;
que perezca ese cruel que en el sepulcro
tan lejano a su cuna buscó.

Esos valles también ved, chilenos,
que el Eterno quiso bendecir,
i en que ríe la naturaleza,
aunque ajada del déspota vil.
Al amigo y al deudo más caro
sirven hoi de sepulcro i de honor:
mas la sangre del héroe es fecunda,
i en cada hombre cuenta un vengador.

Del silencio profundo en que habitan
esos Manes ilustres, oíd
que os reclamen venganza, chilenos,
i en venganza a la guerra acudid.
De Lautaro, Colocolo i Rengo
reanimad el nativo valor,
i empeñad el coraje en las fieras
que la España a estinguirnos mandó.

Esos monstruos que cargan consigo
el carácter infame i servil,
¿cómo pueden jamás compararse
con los Héroes del cinco de Abril?
Ellos sirven al mismo tirano
que su lei i su sangre burló;
por la Patria nosotros peleamos
nuestra vida, libertad i honor.

Por el mar i la tierra amenazan
los secuaces del déspota vil;
pero toda la naturaleza
los espera para combatir:
el Pacífico al Sud i Occidente,
al Oriente los Andes i el Sol,
por el Norte un inmenso desierto,
i el centro libertad i unión.

Ciudadanos, la gloria presida
de la Patria el destino feliz,
i podrán las edades futuras
a sus padres así bendecir.
Venturosas mil veces las vidas
con que Chile su dicha afianzó.
Si quedare un tirano, su sangre
de los héroes escriba el blasón.


Si uno mira en cambio las primeras estrofas del himno actual (las mejores a mi gusto, y que debieran ser las que se canten, no las demócratascristianas que se oyen para los partidos de la selección) podrá apreciar el cambio de tono (es por el tratado de paz entre Chile y España)


Ha cesado la lucha sangrienta;
Ya es hermano el que ayer invasor;
De tres siglos lavamos la afrenta
Combatiendo en el campo de honor.
El que ayer doblegábase esclavo
Libre al fin y triunfante se ve;
Libertad es la herencia del bravo,
La Victoria se humilla a sus pies.

Alza, Chile, sin mancha la frente;
Conquistaste tu nombre en la lid;
Siempre noble, constante y valiente
Te encontraron los hijos del Cid.
Que tus libres tranquilos coronen
A las artes, la industria y la paz,
Y de triunfos cantares entonen
Que amedrenten al déspota audaz.


Y eso.

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