viernes, agosto 18, 2006

Sobre la Información.



Yo no se si alguien además de yo es tan tevito como para pasearse por los canales perdidos del cable, esos que una minoría creciente simplemente elimina de la lista de canales. Me refiero a Utilísima y sus Cocineritas (je), al canal de la hípica, y otros. Entre ellos, es bueno darse una vueltita por TV5, dan buenas películas, ahora subtituladas, y los martes tipo nueve y media 10 pm un asunteque llamado Fort Boyard, que a mi en lo personal me gusta mucho (pero eso no es de su incumbencia). Pero yo venía a hablar de información.
En DW TV, el canal de los alemanes, se emiten programas magazinescos, creo que el título es Prisma, y se refiere a algun reportaje sobre un tema interesante.
Dentro de muchos programas no interesantes, y otros más interesantes aún, salió un reportaje, hará un mes atrás, sobre la información.

Cuento largo.
Un tipo se cansó de recibir propagandas, ofertas y papeleo a su casa, proveniente de empresas y bancos con las cuales él jamás había contratado. Resulta que en Alemania, el Tribunal Constitucional dictaminó que confeccionar y mantener bases de datos personales, sin el consentimiento expreso del afectado, era inconstitucional. Se estableció en consecuencia el derecho de las personas de exdigir de las empresas la exhibición de toda la información, a fin de cada uno sepa qué saben de él las empresas y el Estado.
Así, este hombrecito, tomó las ofertas de crédito que le habían llegado, se subió a su auto, manejó hacia la oficina central correspondiente, y pidió su información. Dos años realizó la investigación.
¿qué descubrió? que primero, se crean a diario empresas que se dedican a confeccionar bases de datos personales. Que esas bases se venden y comparten. Que las compañias fijan valores de sus bienes y productos en base a ello. Que le asignan puntajes a las personas en relación a la actividad económica que realizan. Que las tecnologías de celulares permiten a las compañías saber dónde estás en todo momento. Que eso combinado con la información que aportan las cámaras de televigilancia y sistemas de partes fotográficos permite saber qué hace cada persona, dónde, y con quién. Que las tarjetas de cliente (estilo Presto, Jumbo Más, Ripley, etc) permiten recabar información sobre hábitos de consumo. Que esa información se vende, y con eso se compensa los 4 puntos, premios y descuentos que te otorgan. Que se está empezando a suprimir el código de barras a cambio de un chip, lo que permite saber dónde está cada producto a cada segundo, lo que sumado a una nueva línea de refrigeradores inteligentes, les permite saber a los supermercados qué consumiste, cuándo, y mantener a su disposición tu lista de compras, de modo tal que si la vez siguiente no compras ese producto, ellos saben que lo estás comprando en otro lado, y por ello te penalizan como cliente, o bonifican tu lealtad. Que existen registros de cada sitio y cada click que uno ha hecho en internet toda su vida
Eso y mucho más. Realmente asqueroso. Y real. Ocurre. Asistimos a nuevos totalitarismos. Y yo desistí de adquirir un celular, y no pienso comprar con tarjeta Jumbo, ni manejar auto particular. Aunque ya lo había decidido antes. Pero cuando lo repienso, se me acaba la duda muy rápido.
Además que vendiendo la información, compensan ferfectamente el costo de ofrecerme un servicio gratis. Y no es chiste. El tipo tuvo acceso a cifras, y las mostró, y demostró que somos tontos.
En fin. No se le puede exigir a nadie que no viva con comodidades. Además, los especialistas en marketing, los dueños de los nuevos totalitarismos, aprendieron de la historia: hay que estrujar suavemente. Así que creo que este nuevo modo de vida, de ciencia ficción haste hace unos años, vino para quedarse. Negocios son Negocios, y si queremos veranear en Marte o en Alfa Centauro, se necesita compañias poderosas que sean capaces de asumir los costos. Y bla bla bla....me cansé.

1 Comments:

At 7:18 p. m., Anonymous Anónimo said...

Nos vigilan. Yo sé que saben cuando voy al baño y a que. Casi da susto tener sueños eróticos, por siaca... uno nunca sabe el alcance de estas cosas.
Pero trato de vivir sin pensarlo. Es menos difícil. Tengo suficientes otras complicaciones.
M.

 

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