jueves, agosto 31, 2006

Pasta de Dientes.


O dentífrico. Preparación farmacéutica en forma de polvos o de opiata, destinada a limpiar y conservar los dientes.

Las recetas de polvos dentífricos son innumerables y constan todas de carbonato y fosfato de cal, coral, magnesia calcinada, sales ácidas, tales como cremor tártaro, etc. Estos polvos son coloreados con cochinilla y aromatizados con esencia de menta, de clavillo, o de otra esencia cualquiera. Las opiatas se preparan con los mismos polvos, mezclados con miel. En estas composiciones nunca deben entrar sustancias muy ácidas, como el alumbre calcinado, el ácido tártrico, y mucho menos aún los ácidos más enérgicos, que podrían destruir el esmalte de los dientes. La piedra pómez pulverizada es demasiado dura y puede destruir la sustancia dentaria. Las cenizas de tabaco, el rapé, las heces del café, el papel quemado, en vez de blanquear los dientes pueden volverlos amarillos. Los polvos de raíz de Lirio de Florencia puros, los de hueso de jibia, la magnesia calcinada, constituyen el mejor dentífrico posible. El carbón de leña pulverizada puede usarse para destruir el mal aliento de la boca.
Pasta de Dientes.


miércoles, agosto 30, 2006

Para la colección.



Día Nefasto.

En verdad dos veces nefasto. El 31 de Agosto nacieron Calígula y Cómodo.
Revisar libros antiguos (de 1888) es en verdad bastante intersante. Los historiadores miraban la historia como datos, no como interpretaciones y resúmenes, y la verdad, la novela resulta ser mucho más entretenida.

La triste fama de Cómodo la borró el tiempo, pero lo resusitaron con esa película, de la que yo no he visto sino el final, llamada Gladiator (aunque no le hace justicia: era peor).

Marco Lucio Elio Aurelio Cómodo Antonino (que así se llamaba el mal hombre) nació el 31 de Agosto de 161 (es extraño escribir años de tres cifras, como que algo falta). Hijo de Marco Aurelio (el Emperador Filósofo), ascendió al trono el 17 de marzo de 180, siendo el primer emperador por derecho hereditario. Duró hasta el 192.

Cosas que se dicen de él.

"A los doce años de edad no halló a su gusto el agua de baño por estar más o menos caliente, y el imperial niño mandó arrojar al horno al pobre bañero."

"Sus bustos y medallas lo representan con la mirada estúpida de un hombre por cuya inteligencia no ha pasado nunca un pensamiento viril."

Combatió 735 veces en el circo. Sin peligro alguno para su vida o integridad (atacaba a gladiadores a mansalva, a bestias enjauladas, mataba de a cien osos por vez).


Esta es buena:

"Refiere Dion que habiendo reunido buen número de estropeados y enfermos, tomados al azar en Roma, los hizo disfrazar de monstruos de la fábula con grandes colas de serpiente y los proveyó de esponjas en lugar de piedras para defenderse contra él, cuando los acometiera con su maza. Imaginábase renovar así las hazañas de Hércules: hasta corrió el alarmante rumor de que los espectadores le parecían muy adecuados para hacer el oficio de las aves del Estinfalo, y que tenía el propósito de divertirse lanzando sus flechas a la multitud que asistía al anfiteatro."

pd.: ¿qué es un "estropeado"?

lunes, agosto 28, 2006

Kilkelly. (Peter Jones)

Kilkelly, Ireland, 1860, my dear and loving son John
Your good friend schoolmaster Pat McNamara's so good
as to write these words down.
Your brothers have all got a fine work in England,
the house is so empty and sad
The crop of potatoes is sorely infected,
a third to a half of them bad.
And your sister Brigid and Patrick O'Donnell
are going to be married in June.
Mother says not to work on the railroad
and be sure to come on home soon.

Kilkelly, Ireland, 1870, my dear and loving son John
Hello to your Mrs and to your 4 children,
may they grow healthy and strong.
Michael has got in a wee bit of trouble,
I suppose that he never will learn.
Because of the darkness there's no turf to speak of
and now we have nothing to burn.
And Brigid is happy, we named a child for her
and now she's got six of her own.
You say you found work, but you don't say
what kind or when you will be coming home.

Kilkelly, Ireland, 1880, dear Michael and John, my sons
I'm sorry to give you the very sad news
that your dear old mother has gone.
We buried her down at the church in Kilkelly,
your brothers and Brigid were there.
You don't have to worry, she died very quickly,
remember her in your prayers.
And it's so good to hear that Michael's returning,
with money he's sure to buy land
For the crop has been bad and the people
are selling at every price that they can.

Kilkelly, Ireland, 1890, my dear and loving son John
I suppose that I must be close on eighty,
it's thirty years since goodbye.
Because of all of the money you send me,
I'm still living out on my own.
Michael has built himself a fine house
and Brigid's daughters have grown.
Thank you for sending your family picture,
they're lovely young women and men.
You say that you might even come for a visit,
what joy to see you again.

Kilkelly, Ireland, 1892, my dear brother John
I'm sorry I didn't write sooner to tell you, but father passed on.
He was living with Brigid, she says he was cheerful
and healthy right down to the end.
Ah, you should have seen him play with
the grandchildren of Pat McNamara, your friend.
And we buried him alongside of mother,
down at the Kilkelly churchyard.
He was a strong and a feisty old man,
considering his life was so hard.
And it's funny the way he kept talking about you,
he called for you in the end.
Oh, why don't you think about coming to visit,
we'd all love to see you again.


La letra de esta canción está basada en el texto de unas cartas que alguién encontró. Hoy es una de las canciones irlandesas más importantes. Antepasados míos también salieron de Irlanda. Antepasados míos tal vez también sintieron Hambre (tal vez no, pero es extraño que se hayan ido). No es un dato exacto ni mucho menos, pero en Irlanda por allá por 1845-1850 la población se redujo de 8 millones a menos de 5 millones en cosa de menos de 5 años. Y la tendencia continuó. Comían papas, pero un hongo infestó los campos una y otra vez. Y los latifundistas, dueños de la tierra, se llevaban lo demás. Las ciudades se repletaron y fueron foco de pestes. Pero en esa época se consideraba que la pobreza, el hambre, y la enfermedad, eran un problema de cada uno. Un problema de propia incapacidad.


1938

La idea era demoler la roñosa construcción, para en su lugar construir un estanque amplio, en donde colocar patos de colores, tal vez unos gansos o incluso unos cisnes, que dieran un poco de vida y sonido al siempre silente jardín. No era mala idea, el sitio aquél, rodeado de viejos árboles pero incluso así muy luminoso, era el más indicado para semejante obra.
Dió un rodeo, buscando por dónde empezar. Lo único que había era una gran puerta de dos hojas, con aún fuertes herrajes oxidados y un inmenso candado, mirando hacia atrás, hacia el este. El resto del perímetro estaba muy cubierto de vegetación trepadora, y no se podía adivinar si había o no alguna ventana. Se encontraba frente al candado, cuando una voz lo llamó.
Se sorprendió muchísimo, pues rara vez se oían voces en ese jardín, y en especial en esa parte, adónde nadie nunca iba. La voz siguió llamando, asumiendo la forma de un estrafalario hombre, vestido ridículamente con un overol de mezclilla desteñida y muchas remendaduras. Era el patrón, un hombrecillo que a veces paseaba entre los rosales en los días de llovizna. La última vez que se había presentado así, había sido para cuando los temporales del 27, once años antes, entusiasmado en la idea de ayudarlo con la tala de unos gigantescos pinos arrancados de su suelo por los fuertes vientos. Ahora, vestido igual, con la misma (y rara en él) gran sonrisa y afabilidad de entonces, agitaba una argolla con dos inmensas llaves. En la otra mano portaba una barreta de hierro.
Tras saludarse y hacer vivos comentarios sobre el viejo candado, probó la primera llave. Esta no le hacía al candado, así que probaron la otra. Esta entraba perfectamente, pero solo giraba un cuarto de vuelta. Los años no habían pasado en vano sobre los mecanismos. El patrón recordaba que él nunca había visto que nadie abriese esa puerta, ni siquiera en su infancia, así que las grasas y aceites ya debían haberse descompuesto definitivamente. Justamente, era un poco de aceite lo que hacía falta, pues la cadena era demasiado gruesa, y destruir ese candado, una verdadera antigüedad, era un verdadero crimen. Acordaron que el patrón esperaría a que él volviese con aceite del cuarto de herramientas.
Se fue caminando. A esa hora de la mañana el jardín era un agrado, pero el sol hacía de las suyas, y correr no valía la pena, por fuerte que fuese la emoción. Cerca de la casa se sentía ya un delicioso aroma a carne asada, que salía por las ventanas de la cocina, probablemente el almuerzo, que no sería si no hasta dos horas más tarde. Tomó la aceitera, se montó en una bicicleta, y cinco minutos más tarde divisaba ya el claro donde se levantaba el vetusto edificio. No se veía a nadie.
Se apeó de la bicicleta, y la apoyó en la carretilla. Al llegar anunciando que había vuelto con el aceite, nadie contestó. Junto a la puerta reinaba la más absoluta soledad. El candado estaba abierto, con la cadena tirado en el piso. La puerta estaba entreabierta, y de su interior salía un vientecillo frío y seco, con aroma a tiempos perdidos, como si de una tumba se tratase.



¿y qué pasó? Es largo, muy largo. Recién es 1938.



Noticias.

Hoy me publicaron otra carta en diario Esloquehay Mercurio de Valparaíso. Si alguien quiere que se la explique, me avisa, aunque creo que está clarita.

Más rato viene la continuación de mi cuento 1938. El Hombre Medieval esperará, pues está acostumbrado a esperar.

El 3 de septiembre a las 10.30 es la próxima salida de la Góndola carril, desde los Andes a Río Blanco. 10 mil clp pp. Pero yo no voy a ir ese día.
No he pedido permiso por las fotos, pero creo que don Sergio Carmona puede entender que no hago uso comercial de sus fotos, y al contrario, hago promoción. Más información en www.accpf.cl

Quedan pocos días, y no es la liquidación ni de Ripley, Corona, La Polar, ni tampoco Michaely. (Y no se trata de la Góndola, ni de mi examen, aunque también quedan pocos días).

viernes, agosto 25, 2006

1938

En 1938, un hombre se despertó al sonar su despertador a cuerda de color verde mate con dos campanas. Eran las 5.35 de la madrugada. Hacía frío, pues no había dinero para mantener la calefacción toda la noche. Salió de su cama, fue al baño, encendió la luz, y se lavó la cara y el cuerpo con agua helada. Se afeitó usando hisopo y navaja de marfilina. Luego se vistió. Tomó algo de la cocina, y salió a eso de las 6 y cuarto, según señalaba el toque de las campanas del reloj de pared que colgaba en el pasillo. Eso es lo que recuerda. Cerró la puerta, y se perdió en la penumbra que en esa época del año, ya comienza a aclarar. Había hielo entre las malezas. Caminó un par de cuadras hasta salir a la carretera, en donde puntualmente lo recogió, un par de minutos después, la góndola. La conducía el chófer de siempre, un corto saludo aquí y allá, pues a esa hora y en ese lugar los pasajeros eran desde hace varios años los mismos. A veces se integraba el hijo de éste o de éste otro. Una hora después y 2 pasajeros más, le tocó su turno de bajar. Desde ahí, debía caminar tres kilómetros y doscientos metros, o lo que es lo mismo, atravezar la arboleda, tomar la bifurcación a la derecha y luego a la izquierda y luego de frente, en un camino de carretas y animales, cuyas pozas heladas ya comenzaban a dar forma al barrial que cada tarde debía despedirlo. Tras mucho caminar, llegó a la casa en donde ejercía de jardinero. Saludó a los perros de la casa, dio una vuelta, y entró sin gran ceremonial por la puerta de la cocina. Sobre la mesa lo esperaban dos tazas humeantes, dos platos, mermelada de peras, un par de rebanadas de queso amarillo de grueza corteza, y mantequilla. Con un saludo, la señora Matilda, cocinera desde siempre, puso en su plato unas tostadas, y se sentó para beber ella de la otra taza. Tras un intercambio de palabras habituales, y habiendo acabado su taza, tomó un papel doblado por la mitad, en el cual leyó, como siempre, las instrucciones del día. Era lo habitual, excepto por una cosa: el dueño se había decidido por fin a desarmar el viejo cobertizo. Más de veinte años llevaba él insinuando la idea. Le hizo un comentario al respecto a la vieja con la cual tomaba su taza de té, pero nada salió en limpio y lo dejaron pasar, asumiendo que o era un capricho, o finalmente el patrón había entendido que esa ruina no daba para más, afeando y restando valor a la propiedad. Luego de esta variación en la conversacion habitual, dió las gracias, se levantó, y salió.
Se dirigió al cuartito donde se cambiaba de ropa, y a continuación tomó las herramientas necesarias, las que colocó sobre una carretilla, con lo cual tomó por el camino principal entre los rosales.
El jardín estaba como siempre, todavía en letargo, pero ya algunos brotes se dejaban ver. La poda ya estaba lista hacía una semana. Se internó en el bosquecillo de guindos, confirmó que la pileta del claro funcionaba correctamente, y en el extraño silencio de ese jardín, unos minutos más tarde, se presentó ante él la lobreguez de una construcción sin tiempo, totalmente arruinada, carente de adornos y de utilidad ya desconocida.



¿y qué pasó? ya verán, pronto, lo que ese hombre me contó.



Desvaríos.

Ahora que ya no me lee uno, sino tres o cuatro, que yo conozco, la verdad es que uno comienza a deberse a ustedes. Y nace un afán por sorprender, por evitar la continua y ácida crítica, por evitar los temas cotidianos, los temas domésticos. He pensado abrir dos o tres blogs más, a fin de no entremezclar cosas, y puedan aquí encontrar amenidades, curiosidades, y en general, cosas que los saquen a ustedes y a mi de lo "trágico cotidiano" (a ver si averiguan de dónde sale ese término). Por qué lo digo, porque quiero ser Alcalde, quiero ser Presidente de la República, quiero ser un buen ciudadano: pero eso es meter política aquí, y me repugna por ustedes. Además que me comienzan a crecer los cachos de demonio, de Gog y Magog, y un afán supremo por abofetear a tantos gigantes de nuestro tiempo...pero entonces descubro mi naturaleza Quijotesca, y mi propia ridiculez se me hace evidente como una camisa mojada, y trato entonces de quebrar mi lanza, y de huir a los libros que ningún cura ni barbero han osado tocar.
Pero con tanto libro se secan los sesos, y quedan en perpetuo suspenso las aventuras de mis personajes, o su aparicion a este mi pequeño mundo.


Nota mental (como dijo Alguien por ahí): dejar que fluya, es mucho el tiempo callado. Y no queremos que por un riñihuaso se ahoguen mis lectores. (¿no cierto que sí, mi tessssoro? no queremos eso para los buenos hobbitses, o no)

En fin, basta de lloriqueos. No voy a abrir por el momento ningun blog nuevo, con este es suficiente.


jueves, agosto 24, 2006

martes, agosto 22, 2006


Para el Archivo.

He tenido cosas mejores en mis labios y en mis papeles. Pero esas son solo mías o de aquella persona a quién las di.
Cuando uno explora un libro o un paisaje, difícil es no vestirse con las plumas de semejantes quetzales. Unos aprenden poesías de memoria para recitarlas en ocasiones pertinentes. Otros sacan las mejores fotos y se llevan las palmas de un ocaso entre nubes de tierra. Y nadie felicita al sol, y nadie va y consigue las cuartillas de su autor.
Hoy, yo me excuso. Me excuso porque no usaré esas plumas sin derecho, sin afirmar ser yo también uno de aquella raza magnífica. Me excuso porque no taparé con la mía la marca del legítimo propietario. Me excuso porque he advertido que usaré mi blog para exponer en mi galería a aquellos que algunos guardan en depósitos de museos, como si de momias se tratase (Como si un museo fuere un sepulcro climatizado, con control de temperatura, luz y humedad).
Me excuso porque es mi derecho tener autores y paisajes favoritos. Y uno de ellos ya lo he presentado. Me excuso finalmente, porque hay algo que es innato en todo Hombre: la necesidad de llevar la luz que uno cree haber encontrado, al resto de los hombres. No hay gloria en la soledad fuera de la Caverna Oscura. No hay sosiego en el Cielo vacío, lleno de solo Dios.

Venga pues esta nueva cercenadura, robo mas bien.
De Papini, El Piloto Ciego, En Obras, Aguilar, 1957, páginas 247 y 248.

Y dice así:

¿POR QUÉ QUIERES AMARME?

¿Hay verdaderamente alguien que tiembla si
acaricia despacio mi frente o si esconde su pequeña mano en sus cabellos? ¿Hay
verdaderamente un rostro que enrojece cuando mi voz confiesa una involuntaria
ternura? ¿Hay acaso un pecho que suspira y se agita si le acerco o lo estrecho
con fuerza contra mi pecho, y unos labios que se vuelven cálidos y blandos si yo

los toco con mis labios?

Piensa, ¡piénsalo bien! No me contestes en
seguida. No me digas que todo es verdad y que yo no sueño, no tengas piedad de
mí. Que nadie tenga esa piedad de mí. No permito a nadie que me consuele. Mis
lágrimas son mías, son de mi propiedad, salen de mi
corazón, bajan de mis ojos. ¿Por qué esta pequeña mano me acaricia
lentamente para ser bañado por el llanto que es mío?

¿Es posible que alguien quiera arrebatarme una
parte de mi dolor? ¿Es posible que alguien me espere con impaciencia, con
ansiedad, observándome desde lejos con ojos claros, escuchando con la
respiración contenida mis pasos que se aproximan? ¿Es posible que mis palabras
más indiferentes sean recordadas: que una mirada mía pueda producir alegría; una
sonrisa mía, la promesa de la alegría; un gesto mío la certeza de la alegría?

No me contestes todavía. No me digas que todo eso
es posible, y que otras cosas, además, que no conozco son posibles. No podría
creerlo, ¡no quiero creerlo! Piensa, pues, ¡piénsalo bien! Se trataría de un
hecho tan maravilloso, tan increíble; tal vez nuevo, tal vez único. ¡Piensa
pues, por un momento, en lo que significaría si fuese cierto!

Otro ser—un ser distinto de mí, no conocido antes
por mí—vive solamente para mí, piensa con mi pensamiento, siente con mis
sentimientos, se atormenta con mis súplicas, goza con mis alegrías, acerca su
cuerpo a mi cuerpo, penetra en mi alma con su alma y me ofrece todo lo que posee
y todo lo que tendrá y todo lo que yo pueda darle.

¿Tú crees que eso puede ser verdad, aunque sea
por un momento? Yo recuerdo, sí, haber apoyado mi cabeza en su hombro, haber
estrechado juntas sus frágiles manos llenas de venas, haber besado varias veces
su boca y haber escuchado durante horas enteras la suavísima música de su
aliento; pero todo esto ¿qué demuestra? ¿Era verdaderamente yo mismo, en
persona, en aquellos momentos? Y ella, ¿quiso decir verdaderamente lo que yo
quise entender en la inconsciencia de la efímera felicidad?

No sonrías, no muevas la cabeza, no contestes ni
siquiera sí, te lo ruego. Tú sabes perfectamente que todo eso es una ligera tela
de imaginación tejida por las blancas manos del ocio.

¿Por qué debería ser cierta para mí una cosa tan
imposible? ¿Qué he hecho yo para tener el derecho de recibir en don una vida?
¿Qué soy sino un pobre poeta vergonzoso que esconde sus torturas, igual que una
mujer avara esconde sus collares? ¿Qué soy sino un trágico peregrino, orgulloso
de su gran capa, pero que no sabe encontrar su casa y su cama?

¿Acaso he realizado algo grande? ¿He dicho una
palabra que los hombres no hayan olvidado? ¿He hecho olvidar a los hombres una
sola de sus penas?

¡Si supieras cuánto me desprecio y qué
desesperado disgusto tengo por mi alma! Cuando los otros me creen soberbio,
orgulloso, satisfecho, yo estoy pensando en cómo hacer menos despreciable mi
vida, menos desagradable mi alma. De una sola cosa siento a veces soberbia: del
sincero y profundo desprecio que tengo por mí mismo.

¿Qué hay, pues, en mí que pueda hacerme amable?
¿Qué encuentras en mi alma insatisfecha y, sin embargo, vil que pueda darme el
derecho de hacer sufrir a tu alma? ¿Qué puede interesarte de mis alegrías
olvidadas, de mis sueños siempre derrotados, de mis voluntades impotentes, de
los recuerdos que yo mismo temo ver desaparecer?

No es posible, no, que alguien me ame. No quiero
que alguien viva para mí. No puedo amar y no quiero ser amado. Dejadme
tranquilo. Dejadme solo. No quiero sentir nada, no quiero ver a nadie. No sé qué
hacer con vuestras caras sentimentales y vuestras frases punteadas de suspiros.
¿No sabéis lo voluptuosa que es la voluntad voluntaria? ¡Qué dulzura en el alma
que ya no quiere esperar!

¿Todavía estás aquí? ¿No te había echado sin
mirarte? ¿Por qué me miras como si no quisieras ver otra cosa que mis ojos? ¿Por
qué tus cabellos son tan finos y por qué algunos mechones son casi rubios? No
abras la boca. No respires demasiado fuerte. Tu mano es dulce, lo sé. Tu mano es
fuerte, lo sé. Pero ¿por qué te aproximas tanto? ¿Por qué tu corazón se
estremece de repente? No me mires así, no me aprietes tan fuerte la mano. Bien
sabes que yo te amo y que no quiero amarte…

¡Pero, bésame pues! ¿No notas que ya no sé
resistir? No me digas que sí. ¡Bésame más! Bésame en los ojos. Ciérralos con tus
labios y que yo no vea nada, que no sepa nada, y solamente sienta tu corazón que
late—tu corazón apresurado, furioso, frenético–, tu pequeño corazón que late y
que late para mí.




Para tí, a quien puedo leerle cualquier cosa. Palabras más palabras menos.
Olvida mis excusas. Ésas, no son para ti.





lunes, agosto 21, 2006

Esto salió de una revista Zig-Zag de 1916. Pueden encontrarlas en librerías de viejo con dificultad, y con mayor facilidad en la Biblioteca Severín o en el Fondo Budge de la PUCV, todo ello en Valparaíso. También en la Biblioteca Nacional, en SCL.
Esta revista trae cantidad de tremenda publicidad. El aviso inferior, es de lo más pobres. Claro que salió chueco, y me da lata lo mismo que volver a escanearlo).



El mono retratado es un monus colilargus, y no produce Hanta, pues en aquella época Tío Caimán no recibía palos en Vietnam, lugar de origen de aquél virus que hoy nos impide dormir con comodidad y confianza entre los matorrales y moras que crecen al costado de los caminos del sur de Chile. Pueden colorear la imagen si eso les satisface.
El mejor Cola de Mono que hoy se puede conseguir, es el que prepara mi madre para las fiestas de fin de año, el cual tiene un nivel alcohólico realmente soberbio, además que está preparado de acuerdo a una receta pasada de generación en generación con gran sigilo, con leche de primerísima calidad, auténtico café de grano, sus buenas vainillas de verdad, y es revuelto a conciencia y paciencia. Desconozco si algún bruto lo prepara con Nescafé, pero no me extrañaría. Que le ponen esencia de vainilla, claro está. Aunque ahora venden en toda época un sucedáneo realmente malo.
Con cariño, pensando que en 10 días ya tenemos fiestas patrias, y luego al tiro partimos con las ventas navideñas.



Cercenaduras.

Disculpa lector si me apropio del nombre de una de la obras de Papini. Si no lo sabías, agradece mi lealtad. Papini dentro de su extensa obra tiene un conjunto de escritos críticos denominado precisamente "Cercenaduras", Stroncature en italiano, publicado en 1916. No les diré más de esta obra. Sólo que tomo su título, y lo usaré cada vez que publique algo que no es entero mío, una cercenadura propiamente tal, no como las de Papini, sino una suerte de recorte. A veces la transcribiré, a veces será una imagen escaneada, o un texto escaneado.

Para que sepan un poco de Papini, uno de mis autores favoritos, ya sabrán por qué, era un Italiano bastante horrendo, que un día aprendió a leer, y leyó hasta quedar ciego. Lo leyó todo, una y otra vez. Aprendió alemán para leer de nuevo a Goethe, a Kant, a Schopenhauer, y al resto, y para escuchar a Wagner y Beethoven. Aprendió francés, inglés, latín, griego, castellano, y tal vez hasta chino. Leyó los evangelios, las filosofías, las poesías, las artes, la música, las novelas, los diarios, los boletos de tranvía. Leyó a la Mistral. Pasó del cristianismo al satanismo y luego otra vez al cristianismo. Era un tipo formidable, que antes de los 20 años ya dirigía y publicaba revistas de opinión. Formidable porque no solo leía, también escribía. Y eso es raro: hoy te encuentras o con unos que solo leen y a lo más repiten, o que solo escriben, y jamás han leído sino la moda, y por cumplir o destacar. Sin hambre. Papini en cambio fué llamado caníbal.

Este tipo lo descubrí porque un buen amigo me habló de una obrita suya denominada El Diablo (Il Diávolo), en la cual expresa entre otras cosas, cómo es que al final de los tiempos el Despreciado es redimido, salvado, y entra a disfrutar nuevamente del Reino. El asunto es que recordé que en la biblioteca familiar se encontraban las Obras Completas de Giovanni Papini. Resultó que hay una edición posterior más completa, ya que la mía no tiene esa obrita. Sin embargo, de repente me encontré metido entre Dante, Leonardo, Miguel Angel, Confucio, Goethe, Leopardi, Virgilio, Aristóteles, Tolstoi, Rousseau, Cervantes, Calígula, Nerón, Cristo, Buda, y un índice onomástico realmente monstruoso. Además de un montón de otras cosas metidas en títulos tales como El Saco del Ogro, Gog, El Libro Negro, La Escala de Jacob, Historia de Cristo, Los Testigos de la Pasión, Pragmatismo, La Imitación del Padre, El Espía del Mundo, La Otra Mitad, Herejías Literarias, Los Nietos de Dios..... es como tener una biblioteca en cuatro tomos.

Así que para que lo conozcan mejor, a aquella fuente donde se baña la serpiente Ygdrassyl y por cuyos tragos Odín Wotan pagó un ojo, venga aquí la primera de mi propias cercenaduras.

De la Nota Preliminar a las Obras, Tomo 3, Crítica Apologías, por el traductor.

Cuando era joven, muy joven, muchacho casi, fué invitado a una casa de gente de bien que acariciaba el proyecto de casarle con su hija. Sacaron galletas y vino dulce. Papini no abrió la boca en toda la velada. Finalmente, la candidata, inocente e ignorante, se acerca a Papini: "Pero, Papini, ¿no quiere decir nada de verdad?" El la contempla con fijeza, y luego, secamente, dice: "Déme un tema."
Ya de mayor, un día, hablando con Corrado Govoni, al que conocía desde los tiempos de La Voce, éste le decía que su aspiración mayor era llevar la alegría a los hombres: "Quisiera ser- precisó- un músico callejero; ir por las casas, por los campos, invitando a la gente a cantar, a bailar. Esto debe hacer un poeta." A la mañana siguiente, Papini compró un acordeón y se lo dió a Govoni: "Ahora ve-le dijo- haz aquello que decías ayer." Parece que Govoni no aceptó la Invitación.
Julien Luchaire dice de él, en los tiempos de Leonardo: "No discutía: cortaba. No juzgaba: despreciaba. No hablaba: mordía." J.V.M

domingo, agosto 20, 2006

El Ser del Hombre Medieval.


Advertencia: no soy historiador, no manejo muchos datos, todo esto son suposiciones mías, pero tengo una fe razonable de que no me aparto mucho de la realidad.


La Edad Media es aquel período histórico comprendido entre la caída del Imperio Romano de Occidente (476 dc??) y el Renacimiento. Tradicionalmente, y hasta hace tiempo, se la dividía en dos subperíodos, Alta y Baja Edad Media, y se la veía como un momento oscuro para la humanidad, cuyos gloriosos intelectos del siglo XVIII y XIX consideraban un momento vergonzoso en nuestra historia. Resulta que no es ni un momento, ni mucho menos vergonzoso, pues hoy se derriba el mito de que fue una época oscura, y al contrario, se llevaron a cabo en ella grandiosas obras materiales e intelectuales. Asimimo, sus límites temporales son poco claros.
Se puede teorizar mucho, y aportar tantísimos (sí, bien mexicanote la cuestión) datos y disquisiones. Sin embargo, delineo puntos que considero importantes (no todos los puntos que considero importantes): el poder se atomiza, las comunicaciones se entorpecen, la vida ciudadana decae o poblaniza, la mayoría se dedica a la tierra, el cristianismo se encuentra entremezclado fuertemente con el viejo paganismo (por ejemplo: llueve porque Dios nos quiere porque nos hemos portado bien).

Y e ahí el Hombre Medieval.

Lo hay de dos tipos: Noble o InNoble.

Saludemos al Noble.
Puede ser un señor, o su mujer, el hermano del señor (que seguro será obispo o abad de un convento rico), hijo de señor o hijo de obispo, o el portero, el tesorero, el que barre, su jefe de armas, su amigo de la infancia, el hijo del hijo del hijo del germano que lo cargaba en su escudo, o el hijo del hijo del hijo etc de aquellos primeros cuarenta asaltantes de caminos que decidieron establecerse en la colina sobre un pueblo con mujeres ricas (ricas porque sus padres, muertos en la ocasión, habían amasado un gran fortuna en vacas, cabras, un par de chanchos, un campo de trigo y algunas gallinas que oigo cacarear, y ricas porque eran rusiesitas de ojitos de color, si flacas o gordas no tengo idea, pero seguro flaquitas).
Este señor y su parentela amigos y conocidos vive actualmente en un galpón de muros de adobe o madera, cubierto de paja, con piso de tierra apisonada, o con suerte, los restos de una villa del tiempo de los romanos. Está pensando en subir los impuestos y condenar a trabajos forzados a algunos campesinos y canteros para ver si le pueden construir un ala nueva de piedra canteada, en donde no se junten tantos bichos, no se impregne del alguitrán de la cocina, y que no se pase el agua de las lluvias. No duerme en cama, sino que se acuesta encima de cueros, pieles, y paja, junto con todos los de su séquito, bien apretados, que la noche es fría, y no hay mucha leña, porque los cabreros del monte no la venden barata. Claro que a medida que pasan los años todo esto dará sus frutos, y sus descendientes se pasearán por Versalles o Windsor, o por el hacha del verdugo.
Este hombre bien podría ser traído a nuestro tiempo, porque salvo el lugar donde vive, todo lo demás es lo mismo: es ambicioso, le gusta estar a la moda, el deporte aventura, trabajar lo menos posible, se siente con derecho a todas las mujeres de la zona, trae hijos al mundo y no se hace úlceras ya que a muchos ni siquiera los conocerá, no se avergüenza de sus habituales y escandalosas borracheras, no consume drogas porque no las hay en abundancia (además que tiene suficiente con los inciensos de la iglesia, los meados de su casucha, y la bosta de los caballos), va a misa para que lo vean, no es muy letrado en nada, no es capaz de amarrarse los zapatos, y es un nadie sin sus amigos.
Este hombre no me interesa, y no es un auténtico medieval, pues su existencia trasciende toda época, y no se puede decir que esté extinto o en vías de. Al contrario, el renacimiento y su burguesía, y los liberalismos posteriores hasta nuestros días, lo único que han hecho es promoverlo, permitiendo y alentando a todos a ser señores como aquél descendiente de brutos asaltantes de caminos.

Saludemos ahora al InNoble.

Tiene un origen incierto: sus ancestros pueden haber sido un antiguo celta, un romano perdido, un alto funcionario caído en desgracia, un vikingo cojo, un rebelde, un antisistémico, un neardenthal desubicado, un moro que perdió el camino en la huída de Poitiers, un homosexual incomprendido y rehabilitado, o una persona común y corriente de las que viven al día pero que no se atreven a cambiar su historia, o que ni siquiera se dan cuenta de esta posibilidad.
Este hombre desarrolla múltiples oficios, pero lo mayoría son campesinos. Viven cada uno en su casa con su familia. Casi siempre viven apartados unos de otros, moteando los campos aquí y allá. A veces se agrupan en torno a algun punto relevante nadiesabeporqué y forman un pequeño poblado compuesto de media calle y cuatro casas. Ahi uno puede encontrar herrero, curandera, matrona, bruja, carpintero, calculista, tal vez cura, y uno que otro que se las dan de importantes pero nadie sabe de qué viven. y por supuesto, mucha chicha y cerveza.
Este hombre se descresta trabajando, lo ayudan sus hijos mayores de 7 años. Se levanta muy temprano, cuando despunta el sol. No se baña mucho. Se acuesta temprano también. No tiene reloj, ni lleva la cuenta de los días. Además, el Papa en Roma le cambia el calendario año por medio.
Es muy amante de su mujer. La conoce desde que era muy niña. Se llevan unos 15 años de diferencia por lo menos, aunque tiene hijos bastardos con anterioridad. Le preocupa muchísimo no tener más de 10 o 12 hijos. De lo contrario, el presupuesto familiar puede dispararse, y la comida escasear. Y si eso llegase a ocurrir, preciso sería ir al bosque a cortar leña y abandonar uno o dos o tres a los lobos, rogando a Dios que su muerte sea rápida o que un alma misericordiosa los ampare. Si hay suerte, el hijo número 13 nacerá con algún defecto: en este caso, ha sido una bendición, pues el Noble señor que vive a tres o cuatro días por el camino en dirección a la colina se sabe que paga muy bien un nuevo bufón.
La comida nunca es abundante, salvo tal vez para una u otra fiesta. El resto del año no se come carne salvo tal vez un pollito o una gallina vieja. A veces perro, gato, o sopa de gallo. Cazar no es posible, pues las áreas de caza son privados de uso exclusivo del Noble señor o se su hermano el arzobispo). Lo normal es sopa de repollo, gachas (una especie de sopa de engrudo de harina: de ahí derivan los alemanes sus "spetzlis" o como se llamen), pan negro, algo de miel para endulzar la vida, manteca de cerdo, huevos, quesos, un par de frutas como peras y manzanas, y sería todo. No se si comían culebra, pejerrey, ancas de rana, o mote con huesillos, pero igual no es gran aporte vitamínico aunque si de omega3.
Para beber: agua de la vertiente, leche de la vaca, cerveza, y...cerveza.
La cerveza se bebe casi a diario, a medio día, a media tarde, cayendo la noche...no hay que esperar el finde. Para ello uno invita a los amigos a su casa, abre un barril, alguien saca un instrumento de cuerdas, una flauta un tambor, su par de jarras al gaznate y a zapatear mi alma. Ebrio a las 10 de la noche, uno se va a dormir.
Si uno no tiene casa, porque el dueño de casa es su papá, uno va a la casa de alguien más, o al pueblo. Ahí, alguien se especializó en cerveza y la vende a buen precio. No hay mucho circulante, pero qué va, destinar parte de la cosecha de cebada al pago de la deuda no está mal. Ahí en la taberna, no hay bohemia mongólica: se bebe por beber, se bebe por disfrutar de la cerveza. Con suerte van las señoritas lindas del entorno, que también beben. Y uno baila. Y uno se trompea. Combos más combos menos, ganar o perder es siempre positivo: unas se fijan en el ganador, otras se apiadan y enternecen con el jovencito de la película que quedó con ojo en tinta.
Simples y directos. Todos se conocen, todos saben quién es quién. No hay espacio ni oportunidad para engaños. Todos sufren la hambruna cada tres años, todos disfrutan la abundancia cada diez. Todos soportan al Noble señor y sus secuaces cada vez que estos se acuerdan que necesitan recursos, y por tanto de trabajar, esto es, esquilmar a los campesinos que viven a tres o cuatro días pasando una colina. (Los historiadores hablan mucho de los siervos de la gleba y un montón de otras leseras: la historia la mandaron escribir los Nobles señores, y cuando les leyeron sus propias atrosidades, pidieron se las adornaran y las disfrazasen de legitimidad. La verdad es que todo se basa en que el Derecho es Fuerza: tu cosecha me la das o te la quito, en todo caso me la debes porque yo te protejo de unos hombres malos que no solo te quitarían tu cosecha , sino tambien tu vida, así que elije. Los repollos puedes quedártelos todos porque alteran mi régimen intestinal y la señora de queja de mi pestilencia).

continuará....

y ya le pondré dibujitos.

sábado, agosto 19, 2006


Salvedades.

Primero: no tengo idea cómo aprovechar este blog de una forma eficiente, así que si está plano, aburrido, carente de adornitos y güevaditas, espérense sentados, que soy lento sólo para este tipo de cosas. (en lo demás soy perfeccionista, por eso la tardanza que no demora)

Segundo: a través de la editorial de la revista PuntoNet de Terra (yo soy consumidor de VTR), me enteré que no se qué porcentaje de los bloggeros, en todo caso superior al 50% más 1, afirma tener y mantener un blog escrito para ellos mismos. Por este motivo, he decidido que lo que escriba es para ustedes mis lectores, o solo tu, mi único lector, ya sabes quién, la única persona que sé fehacientemente que ha leído estos caprichos (pues no sé cuánto me dure el impulso, o elan, para los puzzlistas).

Tercero: por medio de la misma fuente, he sabido que un porcentaje similar, no se si mayor menor o igual, usa este asuntillo como su diario de vida, que a propósito, son el tipo de blog más leídos. Así que esto no será en ningún caso un diario de vida (en su sentido tradicional). Pero como quiero ser leído alguna vez por alguién más que tú, mi- no puedo decir fiel (ya que sólo me has visitado una vez)-lector, será un diario, no se de que, pero un diario, o un semanario o lo que me venga en mi real gana, claro que de cosas un poco más interesantes que lo que pasó ayer o anteayer en la casa de fulanito o fulanita y que vino no se quien y que me dijo y que yo crei o que imaginé que los hipopótamos volaban y que el partido fue súper y que pena por Everton y bla bla bla, o peor, que la Presidenta acá y allá, o peor aún: "Hoy descubrí a Alamedas y cambió mi vida y soy muy feliz porque su música es genial y todos ustedes debieran escucharla" que es lo mismo que decir........que decir nada, no importa, da igual, da lo mismo. Si es feliz........con eso........con su descubrimiento......ya habrá un día en que vayamos a la misma fiesta o asado, y tenga yo que hacer un esfuerzo sobrehumano en medio de mi ebriedad del minuto para no golpearlo, y luego pueda sentirme feliz de ser un sobrehumano, y muy feliz por serlo incluso con alcohol remojando mis sesos.

Cuarto: El artículo sobre la Información lo escribí a propósito de que pretendía tener a vuestra disposición un Perfil detallado y explicativo, del tipo de esos que hacen los bloggeros grandes y que les gusta darse muchas ínfulas. Sin embargo, viendo que esa información no es solo para ustedes inocentes criaturas del Señor, he desistido. Prefiero ser como Leonardo o Colón: que no se conozcan de mi sino mis obras, conclusas e inconclusas. (¿cómo estuvo?, humirde er cabro).


Aviso: se viene un artículo de pasquín sobre "El Ser del Hombre Medieval", mañana en la ducha, si me queda agua bien caliente, voy a repensar la segunda parte (que hoy el agua estaba un poco tibia y empezó a helar luego de los primeros párrafos). A ver si le pongo su fotito, para que ustedes, niñitos de peluche, no se aburran. Claro que no tengo para colorear, me perdonan supongo.
Otro Aviso: es probable que mañana o pasado salga publicada una carta mía (la segunda ya) en el único diario de la zona, en el Esloquehay El Mercurio de Valparaíso (no le tengo mala, solo que dénse- den- una vuelta por alguna biblioteca buena, y lean el mismo diario hace 50 años, totalmente otro nivel cultural, intelectual, y de apertura mental, y vendía como 30 veces más diarios). No es una muy buena carta, pero las muy buenas no las publican.

viernes, agosto 18, 2006

Sobre la Información.



Yo no se si alguien además de yo es tan tevito como para pasearse por los canales perdidos del cable, esos que una minoría creciente simplemente elimina de la lista de canales. Me refiero a Utilísima y sus Cocineritas (je), al canal de la hípica, y otros. Entre ellos, es bueno darse una vueltita por TV5, dan buenas películas, ahora subtituladas, y los martes tipo nueve y media 10 pm un asunteque llamado Fort Boyard, que a mi en lo personal me gusta mucho (pero eso no es de su incumbencia). Pero yo venía a hablar de información.
En DW TV, el canal de los alemanes, se emiten programas magazinescos, creo que el título es Prisma, y se refiere a algun reportaje sobre un tema interesante.
Dentro de muchos programas no interesantes, y otros más interesantes aún, salió un reportaje, hará un mes atrás, sobre la información.

Cuento largo.
Un tipo se cansó de recibir propagandas, ofertas y papeleo a su casa, proveniente de empresas y bancos con las cuales él jamás había contratado. Resulta que en Alemania, el Tribunal Constitucional dictaminó que confeccionar y mantener bases de datos personales, sin el consentimiento expreso del afectado, era inconstitucional. Se estableció en consecuencia el derecho de las personas de exdigir de las empresas la exhibición de toda la información, a fin de cada uno sepa qué saben de él las empresas y el Estado.
Así, este hombrecito, tomó las ofertas de crédito que le habían llegado, se subió a su auto, manejó hacia la oficina central correspondiente, y pidió su información. Dos años realizó la investigación.
¿qué descubrió? que primero, se crean a diario empresas que se dedican a confeccionar bases de datos personales. Que esas bases se venden y comparten. Que las compañias fijan valores de sus bienes y productos en base a ello. Que le asignan puntajes a las personas en relación a la actividad económica que realizan. Que las tecnologías de celulares permiten a las compañías saber dónde estás en todo momento. Que eso combinado con la información que aportan las cámaras de televigilancia y sistemas de partes fotográficos permite saber qué hace cada persona, dónde, y con quién. Que las tarjetas de cliente (estilo Presto, Jumbo Más, Ripley, etc) permiten recabar información sobre hábitos de consumo. Que esa información se vende, y con eso se compensa los 4 puntos, premios y descuentos que te otorgan. Que se está empezando a suprimir el código de barras a cambio de un chip, lo que permite saber dónde está cada producto a cada segundo, lo que sumado a una nueva línea de refrigeradores inteligentes, les permite saber a los supermercados qué consumiste, cuándo, y mantener a su disposición tu lista de compras, de modo tal que si la vez siguiente no compras ese producto, ellos saben que lo estás comprando en otro lado, y por ello te penalizan como cliente, o bonifican tu lealtad. Que existen registros de cada sitio y cada click que uno ha hecho en internet toda su vida
Eso y mucho más. Realmente asqueroso. Y real. Ocurre. Asistimos a nuevos totalitarismos. Y yo desistí de adquirir un celular, y no pienso comprar con tarjeta Jumbo, ni manejar auto particular. Aunque ya lo había decidido antes. Pero cuando lo repienso, se me acaba la duda muy rápido.
Además que vendiendo la información, compensan ferfectamente el costo de ofrecerme un servicio gratis. Y no es chiste. El tipo tuvo acceso a cifras, y las mostró, y demostró que somos tontos.
En fin. No se le puede exigir a nadie que no viva con comodidades. Además, los especialistas en marketing, los dueños de los nuevos totalitarismos, aprendieron de la historia: hay que estrujar suavemente. Así que creo que este nuevo modo de vida, de ciencia ficción haste hace unos años, vino para quedarse. Negocios son Negocios, y si queremos veranear en Marte o en Alfa Centauro, se necesita compañias poderosas que sean capaces de asumir los costos. Y bla bla bla....me cansé.


Presento mis descargos: escribo para mi. La pregunta obvia entonces es ¿para qué lo publica? De mongólico no más, porque de algún modo quiero figurar como tantos imbéciles que viven de hacerse los interesantes escribiendo estupideces que no le interesan a nadie, que sólo son una apariencia de algo cool, que en el fondo no les pertenecen porque estan llenos de esto tan de moda llamado "lugares comunes", porque son una expresión más del "nunca quedas mal con nadie". En fin, digo estupideces por no decir mierda (que es también un "lugar común", bastante desagradable, incluso a la vista)
Por tanto, valgan mis excusas, pues pretendo apartarme de todo eso.
Claro que tampoco soy un viejo cascarrabias, y no todo será mala onda.
Mientras, estos son mis primeros pasos, así que serán dubitativos como los de todo niño que aprende a caminar, pues también soy un niño. (irónicamente: hay que lindo.....que amoroso).

Así que por eso, no habrá nada útil por el momento. Quiero ir viendo cómo va resultando, antes que comiencen a caer las querellas por injurias y calumnias.
Además, no me importa si se aburren de entrada, pues ya dije, ya advertí: escribo para mi.

Próximos artículos, con fotos a todo color.

Ilustraciones en la literatura infantil europea hacia fines del siglo XIX.
El Art Nouveau en Chile.
El Art Nouveau en los libros.
Memoria ferroviaria.
Curiosidades de las primeras luchas obreras en Valparaíso.
Durmiendo bajo un sauce.
Paseos en Google Earth por Chile y el mundo.
Apuntes para la creación del Museo Histórico Costumbrista de Valparaíso.
Primeros pasos para tocar un reel irlandés.
Los Fenianos.
Jugando Total War.
Recuerdos de Age.
Tardes de Ataque.
Crítica.
Apologías.
Religión.
Tom Bombadil, Tom Bombadilló.
Un sujeto sencillo.
Vida y Obra mía.
Preparar un Fondue de Queso, como la gente.
Historias ridículas.
Common People.
Excavaciones.

Y bueno, eso y mucho más. Debieran ser publicados todas en estas dos semanas contando desde hoy. De lo contrario me olvidaré y esto quedará muerto, o dormido más bien, por largos largos años. Tiendo a encontrar cosas más interesantes, como la chacrita de habas y tomates que cultivo, o la inmortalidad del cangrejo.

Otra cosa: el título. Cualquier hijo de vecino puede escrutar su sentido. Gen o Gene es fácil. Genio, por los duendes, fairies, elfos, espíritus, animitas, gnomos, djin, leprechauns, etc etc.
Genio, por extensión, ese espíritu más o menos extraño que algunos llevan dentro, más o menos posesos, y que le dan su gracia.


Eso por ahora. Pronto más.